En Nueva Granada las excesivas facultades de los gobiernos provinciales y la falta de centralización en el general han conducido aquel precioso pais al estado a que se ve reducido en el dia. Por esta razon sus debiles enemigos se han conservado contra todas las probabilidades. En tanto que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y las virtudes politicas que distinguen a nuestros hermanos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina. Desgraciadamente, estas cualidades parecen estar muy distantes de nosotros en el grado que se requiere; y por el contrario, estamos dominados de los vicios que se contraen bajo la direccion de una nacion como la española que solo ha sobresal ido en fiereza, ambicon, venganza y codicia.
Es mas difícil, dice Montesquieu, sacar un pueblo de la servidumbre, que subyugar uno libre. Esta verdad esta comprobada por los anales de todos los tiempos, que nos muestran las mas de las naciones libres, sometidas al yugo, y muy pocas de las esclavas recobrar su libertad. A pesar de este convencimiento, los meridionales de este continente han manifestado el conato de conseguir instituciones liberales, y aun perfectas; sin duda, por efecto del instinto que tienen todos los hombres de aspirar a su mejor felicidad posible; la que se alcanza infaliblemente en las sociedades civiles, cuando ellas esan fundadas sobre las bases de la justicia, de la libertad y de la igualdad. Pero ¿seremos nosotros capaces de mantener en su verdadero equilibrio la difícil carga de una Republica? ¿Se puede concebir que un pueblo recientemente desencadenado, se lance a la esfera de la libertad, sin que, como a Icaro, se le deshagan las alas, y recaiga en el abismo? Tal prodigio es inconcebible, nunca visto. Por consiguiente, no hay un raciocinio verosimil, que nos halague con esta esperanza.
Yo deseo mas que otro alguno ver formar en amrrica la mas grande nacion del mundo, menos por su extension y riquezas que por su libertad y gloria. Aunque aspiro a la perfeccion del gobierno de mi patria, no puedo persuadirme que el Nuevo Mundo sea por el momento regido por una gran republica; como es imposible, no me atrevo a desearlo; y menos deseo aun una monarquia universal de america, porque este proyecto sin ser util, es tambien imposible. Los abusos que actualmente existen no se reformarian, y nuestra regeneracion seria infructuosa. Los Estados americanos han menester de los cuidados de gobiernos paternales que curen las llagas y las heridas del despotismo y la guerra. La metropoli, por ejemplo, seria Mexico, que es la unica que puede serlo por su poder intrinseco, sin el cual no hay metrópoli. Supongamos que fuese el istmo de Panamá punto centrico para todos los extremos de este vasto continente, ¿no continuarian estos en la languidez, y aún en el desorden actual? Para que un solo gobierno de vida, anime, ponga en accion todos los resortes de la prosperidad publica, corrija, ilustre y perfeccione al Nuevo Mundo seria necesario que tuviese las facultades de un Dios y, cuando menos, las luces y virtudes de todos los hombres.
Yo direa usted lo que puede ponernos en aptitud de expulsar a los españoles, y de fundar un gobierno libre. Es la union, ciertamente; mas esta unión no nos vendrá por prodigios divinos, sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos. América está encontrada entre sí, porque se halla abandonada de todas las naciones, aislada en medio del universo, sin relaciones diplomaticas ni auxilios militares y combatida por España que posee más elementos para la guerra, que cuantos furtivamente podemos adquirir.
Cuando los sucesos no estan asegurados, cuando el Estado es debil, y cuando las empresas son remotas, todos los hombres vacilan; las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este facil medio. Luego que seamos fuertes, bajo los auspicios de una nacion liberal que nos preste su proteccion, se nos vera de acuerdo cultivar las virtudes y los talentos que conducen a la gloria; entonces seguiremos la marcha majestuosa hacia las grandes prosperidades a que esta destinada la america meridional; entonces las ciencias y las artes que nacieron en el Oriente y han ilustrado a Europa, volaran a Colombia libre que las convidara con un asilo.
Tales son, señor, las observaciones y pensamientos que tengo el honor de someter a v para que los rectifique o deseche según su merito; suplicandole se persuada que me he atrevido a exponerlos, mas por no ser descortes, que porque me crea capaz de ilustrar a usted en la materia.
Soy de V, etc., etc.
Kingston, 6 de septiembre de 1815